La Prueba del Campeón Amatista

(Prólogo)

 

por Shawn Carman

 

Traducción de Mori Saiseki

 

 

            La Corona del Campeón Amatista es un antiguo artefacto gaijin que tiene una extraña historia. Aquellos que poseen la corona consiguen gran gloria y riquezas mientras la mantengan a salvo, pero si alguna vez se perdiese, su anterior dueño solo encontrará la ruina durante el resto de su vida. El primer hombre en Rokugan que poseyó la Corona se dio cuenta de su poder, e intentó usarlo para la mejora de su gente. Fue muy querido por todos, y se hizo llamar el Campeón Amatista en reconocimiento a las habilidades de la Corona.

 

Durante los siglos siguientes, la Corona ha pasado por las manos de muchos. Algunos de ellos usaron sus bendiciones por razones egoístas, mientras que otros vivieron vidas llenas de honor y obligaciones. En reconocimiento a un individuo así, las familias Imperiales crearon el puesto del Campeón Amatista, debido al primero hombre que poseyó la Corona, y pusieron como tarea a su campeón salvaguardar la Corona mientras usaba sus bendiciones para mejorar el Imperio. Ahora, la Corona ha sido descubierta una vez más, llevada ante las familias Imperiales por un simple mercader buscando liberarse de sus tentaciones. En respuesta, las familias Imperiales han decretado que debe buscarse un nuevo Campeón Amatista.

 

Al contrario que los Campeones Esmeralda, Topacio, Rubí, y Jade, el Campeón Amatista no tiene obligaciones específicas aparte de usar sabiamente las bendiciones de la Corona. Una y otra vez, las familias Imperiales han aprendido que intentar administrar sus bendiciones es inútil, y en vez de eso han decidido buscar a un digno individuo para que acarreé esa carga y use su recompensa como crea que tiene que hacerlo. Un Campeón así no solo debe ser hábil con la espada, sino también en los artes de la oratoria, la poesía, y el debate. El Campeón Amatista tiene que dar un brillante ejemplo del samurai ideal, para que no sucumba a la tentación y dañe al Imperio con sus excesos.